martes, 11 de marzo de 2008

¡Hazme sitio!


Seguramente diréis algo parecido, o bien daréis un codazo, cuando querais entrar en algún sitio ya ocupado. Hasta ahora no se conocía como lo hacen las especies que intentan entrar de nuevas en un ecosistema, ocupando hábitats de otras especies. Una investigación realizada en el Mediterráneo ha permitido conocer como se han introducido tres especies de babosas procedentes del mar Rojo en el mar Mediterráneo.
Se ha descubierto que sintetizan una sustancia química tóxica que les permite tener alejados a los depredadores y así hacerse un hueco en el nuevo ecosistema. Esta sustancia se expulsa través de glándulas de la piel, de modo que cuando el pez la muerde se ve obligado a soltarla y, como tienen memoria, acaban recordando que no es una buena presa.
Este es un estudio pionero de ecología química.

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